martes, 20 de abril de 2010

VIAJE A LOS CAMPAMENTOS SAHARAUIS -III-

Una vez comentada la llegada paso a comentar otros aspectos de carácter cotidiano y todo bajo mi particular punto de vista.
Respecto a las comidas, lo dicho con anterioridad tiene validez para todos los días, exceptuando el día en que sacrifican una cabeza de ganado en honor de los visitantes (un cabrito o borrego, normalmente), pero esto merece un capítulo aparte. Durante todos los días la comida era muy buena, sobre todo basada en carnes,pastas, arroz, cous-cous y ensaladas, la bebida no faltó en un solo instante.
Las costumbres no difieren tanto de las nuestras, si nos trasladamos a los años 60/65 en un entorno de pueblo mediano. Recuerdo que las puertas de las casas estaban casi permanentemente abiertas, igual que hacen en los campamentos, si bien aquí no entraba nadie y allí es normal que cuando hay alguien, entren y casi sin darte cuenta te encuentres a alguien sentado a tu lado, tomando el té, si se esta preparando o comiendo a tu lado si ha llegado en ese momento de la comida. Las relaciones familiares y de vecindad son verdaderos lazos que hacen estar a todos unidos, tanto a la hora de disfrutar como a la hora de "currar". También aquí en aquellos años ocurría algo parecido. El compartir, buscar lo que necesites ..., en una palabra, cuidar que no te falte de nada y que te encuentres agusto, es su meta y su preocupación mientras estás entre ellos.
El respeto a los mayores y la educación religiosa es otra cosa. He echado en falta la comunicación entre padres e hij@s, que para nosotros es vital, para ellos se basa en un patriarcado/matriarcado donde hasta una determinada edad los niñ@s tienen muy poco que decir, solamente obedecer. Respecto a la religión he observado que en todos sitios "cuecen habas"(dicho popular de mi tierra), en mi familia Saharaui, unos (Ali, por ejemplo,) cumplía sus cinco rezos diarios, pero había otros que se "escaqueaban" y a algunos niñ@s se les mandaba rezar sin más.
El tiempo que pasábamos en la casa era de lo mas agradable, si los mayores andaban haciendo algo, los pequeñ@s están encima de ti (y si los mayores estaban contigo, también), es decir, los niñ@s no te desamparan ni un solo momento. El "vamos a jugar" es una expresión que he escuchado al menos unas 8/10 veces diarias, pero es una enorme satisfacción oírles reír y hablar (aunque no les entiendas sabes que están disfrutando), y lo curioso es que ellos tampoco te entienden a ti, pero de verdad que no hace falta conocer el significado de las palabras.
Bueno voy a ver si puedo dejar algunas imágenes de las situaciones normales dentro de la vivienda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario